Didáctica crítica


La Teoría Crítica de la Educación es una construcción teórica, referida al ámbito de los fenómenos educativos que recoge los presupuestos filosóficos de la Teoría Crítica e intenta reflejarlos en la práctica educativa. Esta relación no es una relación jerárquico-impositiva de la teoría hacia la práctica, sino una relación dialéctica. Buscar una coherencia entre las formas de entender el mundo, la sociedad, el sujeto… que sirva de referente en el quehacer educativo cotidiano, en el proceso de transmisión de conocimientos, en las formas en las que se concretan las actuaciones del profesor. Conseguir «teorías sociales, no sólo en el sentido que reflejan la historia de las sociedades en que aparecen, sino también en el que encierran ideas sobre el cambio social, y en particular, sobre el papel de la educación en la reproducción y transformación de la sociedad»(1). Los supuestos históricos en los que se basa la metodología tienen que estar en consonancia con principios que explican el concepto de currículum.(2). Es un intento de conseguir una forma específica e integrada de entender el mundo y la actividad pedagógica.

El currículum se define no como un conjunto de saberes elaborados por expertos, sino como un proceso en el que intervienen todos los sectores implicados en el proceso educativo.

Los principios básicos se concretan en los puntos siguientes:

Concepto de educación

Teniendo siempre presente el aforismo de HORKHEIMER «Podemos señalar el mal, pero no lo absolutamente correcto». La Teoría Crítica puede señalar criterios, pero no valores ni definiciones absolutas. Los criterios son siempre revisables de acuerdo con el contexto y los procesos comunicativos que se generan.

La educación la definimos como proceso de creación y facilitación de orientación de las acciones y conocimientos mediante relaciones de interacción simétricas en un contexto de comunicación crítica y racional. Entendemos por crítica «el esfuerzo intelectual y en definitiva práctico por no aceptar sin reflexión y por simple hábito las ideas, los modos de actuar y las relaciones sociales dominantes; el esfuerzo por armonizar entre sí las ideas y metas de la época, los sectores aislados de la vida social; por investigar los fundamentos de las cosas, en una palabra, por conocerlas de manera efectivamente real»(5) . A la pereza intelectual la llamamos en muchas ocasiones firmes convicciones

Concepto de Teoría Crítica

Este concepto incluye no sólo las exigencias metodológicas (fruto del convenio de científicos en un momento histórico determinado para un objeto específico), sino que incluye un carácter emancipador en su orientación. Los «porqués» y los «paraqués» son atribuciones determinantes para orientar sus fines. Su verdad está orientada por los valores. La aproximación al conocer, no se reduce al acercamiento de un sujeto pensante a un objeto de investigación. Se parte del principio de que los propios procesos de pensamiento y del conocer, ya vienen condicionados por esos mismos objetos. Los conocimientos son históricos(7), forman parte del devenir histórico. Los procesos de selección de contenidos curriculares, los criterios utilizados… pueden ser elementos clarificadores para comprender la prevalencia de unos saberes sobre otros. Los profesores- alumnos deben ser conscientes de cuáles son los valores, los intereses, los conceptos sociales que están detrás de un diseño curricular y este conocimiento debe ser orientativo para diseñar las opciones consiguientes. No se trata de imponer un conocimiento crítico, sino de proporcionar instrumentos de reflexión crítica, en la que la explicación del profesor, así como las aportaciones de los propios alumnos, forman parte de un clima de comunicación y de análisis.

El pensamiento crítico

Una característica importante de esta metodología es el carácter negativo (se debe a Adorno está aportación) que tiene todo pensamiento crítico. Es decir, el pensamiento afirmativo por una parte es mantenedor de lo dado y por otra oculta lo que no está presente en la afirmación. El pensamiento crítico trata de descubrir lo no-dicho, aquellos aspectos de la realidad no definidos por los discursos formales, pero que forman parte de la realidad.

Esto se hace especialmente relevante cuando se analizan los contenidos políticos (decretos, disposiciones legales) relacionados con la Organización Escolar dictados por responsables de la planificación educativa. Se parte de que profesor-alumno han de tener una visión crítica que les permita detectar las contradicciones. La finalidad última no es conseguir unos fines económicos, sino que está orientado hacia un interés emancipador que permita al sujeto una vida libre. En definitiva se trata de conseguir instrumentos capaces de explicar los fenómenos humanos y, a la vez, conseguir su transformación. El alumno es considerado como concreto y determinado por su contexto y se rechaza la concepción del individualismo burgués de sujeto: individuo que tiene poder para cambiar su vida según su propia iniciativa.

Es una constante de este planteamiento la referencia constante a la realidad que se presentan como realidad dialéctica. La mayéutica socrática, incorporando la connotación negativa de la dialéctica adorniana sería el encuadre más definido de lo que intentamos decir.

La crítica ideológica

Ya hemos definido anteriormente este concepto. Ahora insistimos en otro aspecto que consideramos importante. La Teoría Crítica de la Educación necesita un espacio concreto para la duda. Los procesos burocráticos racionalizadores, propios de las sociedades liberales tratan de imponerse como explicación única y exclusiva. La consecuencia es sustraer del tratamiento público (político) los problemas sociales y reducirlos a campos científicos propios de los expertos, con la consiguiente distorsión. La tecnología, como ideología, se constituye actualmente como proceso legitimador genuino de este proceso. En muchos casos, el carácter de científico impide el acercamiento por temor a mostrar oposición y con el consiguiente ocultamiento de los valores que allí se esconden.

El proceso de análisis crítico puede recorrer varios campos:

· Casuística del aula

· Conjunto de actuaciones del profesorado del centro (institución educativa-estudiante; escuela-alumno de prácticas).

· Entorno social donde se halla situado el centro educativo

Los valores expresados, las contradicciones, los puntos en conflicto, se ponen en relación con los criterios de crítica social.

Desde otra perspectiva, es necesario insistir en la clarificación del concepto de «neutralidad» del conocimiento, tanto por parte del profesor como desde los libros de texto.

La unidad de teoría y de la praxis

La relación de interdependencia se justifica ya que la propia realidad del objeto condiciona el conocimiento del sujeto, y a su vez el objeto es condicionado por el proceso del conocimiento. La teoría habermasiana de los intereses es una forma concreta de explicación de esta situación. Esta concepción parte de que los ámbitos científicos son una continuación de las objetivaciones experienciales, es decir, de nuestras vivencias pre-científicas. A partir de estas experiencias se consigue la objetividad de forma discursiva fundadas en pretensiones de validez hipotéticas, generando ya un saber fundamentado. El profesor desempeña el papel de un práctico con potencial teórico. Por su parte el rol teórico lleva aparejadas las funciones de analizar, comprender, interpretar y aportar conclusiones extrapolables a otras situaciones de su práctica educativa. Estos conocimientos no son teoría, ya que en este momento están aisladas de la práctica. El modelo más desarrollado en esta línea el proceso Investigación-Acción, que tiene las características siguientes:

· El profesor-investigador-alumno poseen la misma categoría y capacidad de decisión.

· Su objetivo se centra en la búsqueda de la aproximación de estos roles que tradicionalmente han venido como realidad separadas.

· Los recursos utilizados son los procesos de la acción comunicativa.

· Cada proceso de I-A es diferente.

· No existen soluciones únicas.

Este modelo de trabajo -Investigación-Acción- no puede quedarse en el mero proceso de resolución de problemas sino que, es preciso, no perder la visión critico–ideológica que lo fundamenta. Es urgente, por ejemplo, la departamentalización de las disciplinas, la relación con el mundo de las prácticas de los alumnos, la introducción de los criterios de los profesores de prácticas…

El concepto de racionalidad

Detrás de estas propuestas se esconde, como fundamento, el concepto de racionalidad: «Este concepto de racionalidad comunicativa posee connotaciones que en última instancia se remontan a la experiencia central de la capacidad de aunar sin coacciones y de generar consenso que tiene un habla argumentativa en la que diversos participantes superan la subjetividad inicial de sus respectivos puntos de vista y, merced a una comunidad de convicciones, racionalmente motivada, se aseguran a la vez de la unidad del mundo objetivo y de la intersubjetividad del contexto en que desarrollan sus vidas».(8)

Los sujetos, en sus acciones y leguaje, manifiestan comportamientos que pueden ser sometidas a juicio objetivo por parte de los interlocutores. Es decir, cumplen unas determinadas pretensiones de validez. Deben considerarse sinceros (coherencia con el comportamiento), y se hallan dentro del campo normativo del contexto en que se producen.

La naturaleza de la racionalidad comunicativa no es de origen metafísico, sino que su fuerza se basa en la argumentación intersubjetiva; su objetivo no moverse en el un mundo de absolutos sino favorecer la apertura a los debates sobre los valores, superar los estadios meramente didácticos, buscar la explicación de los fenómenos contando con el significado otorgado por los participantes para conseguir que estos se integren en un modelo social crítico.

Orientaciones específicas desde la Teoría Crítica de la Educación

En primer lugar hay que tener en cuenta, ya hemos insistido en muchas ocasiones, que la Teoría Crítica de la Educación ha de entenderse como dimensión educativa del Teoría Crítica y que todos los criterios analíticos utilizados por éstas son igualmente válidos para aquella: la crítica de la razón instrumental, la dialéctica de la ilustración, el modelo de Investigación-Acción… son instrumentos que proporcionarán al profesor mayor grado de conciencia sobre su tarea cotidiana.

Por otra parte, se considera la tarea educativa como abarcante de varios niveles de relación: profesor-alumno, grupo de alumnos, relaciones del mundo microsocial de las escuelas, relación con la comunidad, relación con el mundo social y político más amplio, etc.

La Institución Escolar aparece como primer objeto de análisis. Más concretamente, el objetivo se centra en descubrir qué aspectos están encubiertos en los conceptos, relaciones, distribución de responsabilidades… que vienen dadas en el funcionamiento diario y cotidiano.

El principal instrumento de trabajo es la acción comunicativa: crear situaciones intersubjetivas de comunicación que favorezcan superar las relaciones asimétricas de las que se parte, desarrollar procesos de racionalidad, permitir tomar decisiones sobre los derechos y deberes de los sujetos de la relación, evaluar el grado de coherencia de los comportamientos responsables. Nos movemos en un campo diferente al dogmatismo y a la indoctrinación. Transmitir determinados valores o tomar partido por opciones concretas no impide que se pueda proporcionar al alumnado instrumentos de reflexión crítica que les permitan elaborar sus propias conclusiones. La sencillez, la caridad, la llaneza son condiciones necesarias para conseguir que el proceso discursivo que se desarrolle en la institución escolar favorezca la formación responsable.

El momento más difícil se presenta en la evaluación. Superar que no sea un mero instrumento de selección, aplicación inmediata de la razón instrumental que sanciona las expectativas sociales, constituye todo un reto de la Teoría Crítica de la Educación en su aplicación en el aula. Es preciso buscar formas orientadas a modificar las condiciones en las que se imparte la enseñanza, a la autocrítica del desarrollo práctico del currículum. Una consecuencia inmediata es el carácter personal y flexible que se ha de adoptar todo proceso de evaluación. La dimensión de «utilidad», como criterio determinante para la selección de contenidos, también adquiere una carga ética que va más allá de la mera aplicación, orientada más o menos hacia la reproducción de las condiciones del desarrollo social. Lo valores técnicos (científicos) forman parte del currículum pero con la misma consideración que los valores emancipatorios. La historia (su versión crítica) y la filosofía (historia de las ideas) pueden ser apoyos imprescindibles para conseguir una visión hermenéutica de los contenidos escolares, de los criterios aplicados para su selección y su puesta en práctica curricular.

Otra dimensión importante es el carácter interdisciplinar que han de tener los contenidos curriculares. El diseño del Currículum constituye una magnifica ocasión para enfocar los contenidos que se imparten en las escuelas de magisterio desde una perspectiva globalizadora.

El punto de partida puede ser el diagnóstico de los conflictos que constantemente aparecen en el funcionamiento de la Institución, en las formas concretas de institución propuestas por los distintos partidos políticos, aquellos derivados de la estructura autonómica del Estado, etcétera. Enseñar al alumno a enfocar, resolver, proponer y aplicar soluciones utilizando la capacidad racional mediante la fuerza de los argumentos, lleva implícito aprendizajes sobre el autocontrol emocional, agudeza crítica, actitudes tolerantes…

· Más concretamente, esta metodología requiere:

· Un encuadre teórico: referencia a la Teoría Crítica y su proyección en el mundo educativo.

· Desarrollo de destrezas cognitivas coherentes con esta forma de interpretación de la ciencia: verbalización de las situaciones concretas, capacidad de preguntar.

· Entrenamiento práctico, aplicación de los contextos teóricos en la práctica diaria que incluye procesos de comunicación, estrategias para llegar formular conclusiones…

Criterios metodológicos.
La teoría crítica se mueve en la intersección de tres métodos de trabajo:

Método hermenéutico

Comprensión e interpretación de un texto, considerando como texto cualquier contenido situación humana que posea un contenido simbólico (lenguaje didáctico, cultura de la institución, relaciones interpersonales en el contexto escolar, documentos producidos en la institución…). Se trata de llegar al «sentido» (categoría última del proceso hermenéutico). El sentido se construye a partir de una primera proyección de los significados (mundo de la vida aún no consciente) propios del sujeto que estudia, para después en sucesivas interpretaciones ir descubriendo otras dimensiones y siempre en relación al entorno.

Método empírico

No se aborda desde una perspectiva neo-positivista donde priman los intereses técnicos y la realidad social queda reducida a «hechos» como categoría ontológica. Se considera los «hechos» como portadores de experiencias, cargados de subjetividad, haciendo referencia al carácter simbólico que tienen. El objetivo de la utilización de este método reside en la contribución a la desmitificación, es decir, aportar datos necesarios a la desmitificación de las falsas imágenes, metáforas, creencias, estereotipos…

Método crítico-ideológico

Se parte de la autorreflexión: proceso ínter-subjetivo cuya finalidad es la superación de los mecanismos de enmascaramiento que uno de los sujetos tiene respecto a su realidad. El papel del profesor crítico sería el de analizar (también aplicado a su propia realidad) los mecanismos defensivos y de autoengaño respecto a las situaciones de dominio que configuran su pensamiento y su realidad y su deseo de tomar conciencia reflexiva para superarlos. «La autorreflexión lleva a la consciencia de aquellos determinantes de un proceso de formación que condicionan ideológicamente una praxis presente de la acción y de la aprehensión del mundo»(9). El punto de partida del conocimiento critico ideológico, en expresión de HABERMAS, es utilizar las «reglas habituales de los discursos científicos», pero en consonancia con las otras dimensiones de su propuesta metodológica.

La justificación de este triple método, integrado bajo la perspectiva critico-ideológica, viene dada fundamentalmente por la naturaleza específica de la Institución Escolar conde se llevan a cabo acciones pedagógicas. Su doble carácter racional y simbólico acredita su fundamento. El funcionamiento de una institución escolar está conectado a los imperativos funcionales de la economía y administración, a las normativas legales, pero, por otra parte, sus componentes simbólicos proveen de sentido a los subsistemas económicos y políticos.

Ética de la Teoría Crítica de la Educación

La Teoría Critica del Educación asume las dimensiones éticas como elementos necesarios y consustanciales dado que se trata de un objeto de estudio peculiar: un sujeto libre.

El conocimiento de este objeto-sujeto se presenta coligado a cuestiones de valor. No es un conocimiento neutral sino asociado a intereses socio-históricos. La crítica ideológica tendrá como criterios la colonización que el poder y la economía tienen sobre el mundo de la vida (manifestaciones preclaras son el uso de los términos como eficacia, rentabilidad… directamente importados del mundo de los negocios). Otro aspecto es la descripción, siguiendo los criterios de la acción comunicativa, de los factores que determinan la asimetría, en nuestro caso en la relación profesor-alumno.

La Teoría Critica se construirá a partir de las interpretaciones de los profesores-alumnos; formará parte de los esquemas de los participantes aquella actitud de no dar nada por concluido en el proceso de construcción social.

Didáctica crítica  

Pensamiento crítico

Notas

(1) KEMMIS, S. (1988), «El currículum. Más allá de la teoría de la reproducción» Madrid: Morata, p. 45,

(2)KLAFKI. W. (1986). «Los fundamentos de una didáctica crítico constructiva» .Revista de Educación. pp. 37-79

Bibliografía

  • BOURDIEU, P. (2003). El oficio de científico. Barcelona: Anagrama.
  • CARR, W. (1999). Una teoría para la educación. Hacia una investigación educativa crítica. Madrid: Morata.
  • HABERMAS, J. (1987). Teoría de la acción comunicativa, Racionalidad de la acción y racionalización social. Madrid: Taurus.
  • HABERMAS, J. (1987). Teoría y praxis. Madrid: Técnos..
  • HABERMAS, J. (1991). Escritos sobre moralidad y eticidad. Barcelona: Paidós. ICE-UAB.
  • HORKHEIMER, M. (1974). Teoría crítica. Buenos Aires: Amorrurtu,.
  • KEMMIS, S. (1988). El currículum. Más allá de la teoría de la reproducción. Madrid: Morata.
  • KLAFKI, W. (1986). «Los fundamentos de una didáctica crítico constructiva». Revista de Educación. pp. 37-79
  • SANTOS GUERRA, M. A. (Coord). (2000). El Harén pedagógico. Barcelona: Graó,
  • SAVATER, F. (1996). La voluntad disculpada, Madrid: Taurus.

Referencia en linea

Teoría Crítica y Educación http://educritica.idoneos.com/index.php/335283

Un comentario »

  1. SUSANA VERONICA GALICIA GUZMAN

    la didáctica critica pienso que ayudo mucho al profesor alumno para poder ser mas critico el alumno y poder entender mas y aprender y tener actitudes para generar soluciones

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  2. MARIANA TORAL GRAJALES

    La didáctica crítica ha cobrado gran auge en la actualidad, y por ser una disciplina relacionada con la Pedagogía es de suma importancia conocer el fundamento en el quesustenta, y ayuda al maestro a ser mas critico.

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  3. victor vazquez avila

    A mi parecer la didactica critica es una herramienta que sirve al maestro para que los alumnos aprendan a ser juicios sobre algun tema, es importante que los alumnos aprendan a hacer criticas, para poder corregir lo que este mal, pero principalmente para que las personas tengamos una opinión.

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  4. Esta didactica ayuda a que los alumnos cuestionen sus conocimientos y no se queden solo con lo que aprendieron, tambien a no seguir todo lo que dicen, sino que tambien dudar un poco lo que se dice y buscar por tus propios medios para tener los conocimientos mucho más claros.

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  5. Giovanna Pastoressa

    Es aquello que nos recomiendan todos los maestros para no solo quedarnos solo con la que ellos nos enseñan, buscar y cuestionar si hay mas allá y hacer mas amplio nuestro marco de conocimientos.

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  6. edgar vazquez avila

    Lo que entendi, es que nos ayuda a nosotros como alumnos a superarnos cada dia mas, buscar e informarnos sobre lo visto en clase y no quedarnos conlo que el maestro nos dijo, es buscar y tener mas conocimientos, ya que sean instruidos por el profesor, o buscados por nuestra propia cuenta para entender mas un tema. (manita arriba) (y)

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  7. Fontes Hernandez Jose Manuel

    Es lo que nos ayuda como alumnos dia con dia a poder superarnos, y nos dice que no solo tenemos que, quedarnos con el conocimiento que nos imparte el profesor, sino que tambien hay miles de maneras de poder recopilar mas informacion, para así poder tener bien en claro lo que es, lo que se requiere y poder llegar a una respuesta 🙂

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  8. CECILIA ROMERO SANTIAGO

    EN ESTA DIDÁCTICA LO ÚNICO QUE SE LOGRA ES QUE LOS ALUMNOS SENA MAS PARTICIPATIVOS Y TENGAN UNA OPINIÓN CRITICA ESTO ES ALGO QUE EN REALIDAD ES D MUCHO BENEFICIO NO TANTO PARA EL MAESTRO SI NO PARA EL ALUMNO PUES ES LO MEJOR PARA SABER QUE PIENSAN Y QUE NO LES PARECEN ALOS ALUMNOS

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  9. Josè Luis Ponce Pazaràn

    CREO QUE ESTE TIPO DE DIDACTICA OTORGA UN POCO MAS DE LIBERTAD, PUES AL ALUMNO SE LE «ENTIENDE» UN POCO MAS POR ASI DECIRLO, TIENE VOZ DENTRO DEL AULA Y SUS IDEAS, VIVENCIAS Y CIRCULO SOCIAL PUEDEN INFLUIR EN QUE TENGA UN APRENDIZAJE REALMENTE SIGNIFICATIVO

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  10. América Aguilar G

    La didáctica crítica da la facilidad a que el alumno y el maestro puedan mantener una relación pues el profesor da libertad a sus alumnos de exponer sus inquietudes sobre el tema y se hace mas interesante y partcipativa la clase pues el maestro ya no ocupa el lugar de autoridad sino de mediador de la enseñanza y como ya se dijo en el video la didactica crítica ayuda a implementar nuevas formas de aprendizajes donde se desarrolla habilidades y creatividades.

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  11. En mi opinión creo que esto nos favorece mucho a nosotros como alumnos, ya que nos da mas libertad de pensamiento critico, no solo opinar por opinar sino tener una una previa reflexión y análisis acerca del tema sin salirnos de la realidad, también en el hecho de que proporciona auto conciencia en nuestro aprendizaje.

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